martes, octubre 03, 2006

Trabajando a presión o formando neuróticos

Consejo 10
Octubre 2006


TRABAJANDO A PRESIÓN O FORMANDO NEURÓTICOS

Christian Jean Paul León Porras
Psicólogo Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
Consultor de Recursos Humanos en LINK CONSULTING S.A.C
Resumen del artículo publicado: 13/01/2004
Este artículo analiza la importancia que cumple el líder de un área tanto para el desarrollo de la empresa como personal y emocional del capital humano bajo su gestión. Cómo ayudar a cumplir los objetivos generales propuestos por los directivos y sobre todo lograr un alto nivel de Inteligencia Emocional Del Equipo que es el verdadero motor del éxito de una empresa.
Las actitudes del líder repercuten directamente o indirectamente en las personas que trabajan bajo su mando y muchas veces estos mensajes verbales y no verbales desmotivan o en el peor de los casos tienden a desencadenar rasgos neuróticos tales como: inseguridad al tomar decisiones laborales, angustia para acudir a la empresa o a reuniones dentro de la oficina, cólera progresivamente reprimida, sentimientos de frustración constantes, pensamientos melancólicos, agresiones verbales hacia los compañeros de trabajo, actitudes reactivas, altos niveles de suspicacia, insomnio, hipocondría, etc.
Observamos que un entorno inadecuado y en especial una mala actitud del "líder" de área, crea una atmósfera que tiene todas las condiciones para generar las diversas alteraciones de la personalidad de los individuos, y afecta a la salud mental colectiva que va siendo sistemáticamente modificada de forma negativa.
Existen diversos autores que han dado un concepto muy particular sobre el tema pero que en definitiva todos están de acuerdo que las neurosis son enfermedades de la personalidad caracterizada por conflictos intrapsíquicos que inhiben las conductas sociales perturbando el equilibrio interno de la persona, donde no hay pérdida de contacto con la realidad.
Ello nos hace comprender que los subordinados al estar trabajando bajo presión por cumplir con las metas pre establecidas y además teniendo un "líder" que en lugar de ser un facilitador para desarrollar las habilidades del capital humano bajo su mando, lo que consigue es generar mayores tensiones y desequilibrios emocionales en conjunto (cada individuo tendrá una respuesta diferente). Los mensajes deberían ser de apoyo emocional, alentadores pero realistas, ayudando a ver cuales son las fortalezas y debilidades de cada miembro del equipo y ser un medio de retroalimentación constante. Nunca criticar sino dar observaciones. No dar órdenes sino solicitar apoyo. Ser siempre diplomáticos y buscar resultados salomónicos cuando se haya cometido un error. No buscar culpables ni herir el amor propio de los subordinados. Ser congruente con lo que uno profesa y con los valores de la empresa.
Es cierto que el trabajo a presión eleva los niveles de ansiedad sin embargo dicha emoción debemos canalizarla favorablemente porque en todas las empresas líderes se trabaja bajo ese ritmo y es el mismo que se adapta permanentemente a los cambios del entorno volviéndonos proactivos.
Trabajar en una atmósfera de presión es favorable siempre y cuando vaya de la mano de un líder que desarrolle psicológicamente a su personal para no volverse un especialista en formar neuróticos.

¡Póngase el Séptimo Sombrero!

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