La actitud imaginaCtiva

No hay duda de que el ser humano tiene una parte de conformismo y otra de disconforme. Una parte en color y otra en blanco y negro. Un lado bueno y otro malo. Una versión imaginativa y otra de pasiva. El ying y el yang.

Ciertamente, cuando nuestros lados están mal compensados, nuestras actitudes no funcionan correctamente, ya que acaba pesando mucho mas, aquella a la que le hemos permitido que ocupe nuestros espacios mas vulnerables.

No hay otra forma de modelar nuestras actitudes que no sea nuestra voluntad de hacerlo.

Y para poner en marcha ese resorte que nos ayuda a actuar conforme a lo que esperamos de nosotros mismos, solo hay una manera, que es la de usar activamente nuestra imaginación, y ser capaces de auto-observarnos en 3D y descubrir lo que nos gusta de nosotros y lo que no.

Y desde luego usar nuestra imaginación, no tan solo para intuír las consecuencias de cada una de nuestras acciones, sino para descubrir cuáles son las que debemos tener para que ocurra lo que esperamos que ocurra.

O sea, hemos de ser activos con todo aquello que ayuda a reforzar aquellos lados mas débiles de nuestra forma de ser, para que acaben siendo compensatorios de las soluciones fáciles y sin esfuerzo que nos pueden conducir a la desidia, el aburrimiento y pueden transmitir una imagen distorsionada de nuestras capacidades y posibilidades.

O sea, que os propongo la proactividad y las soluciones imaginaCtivas como solución a nuestra versión mas torpe, que es la de “laisser faire, laisser passer”.

A ponernos las pilas.