Noviembre 2009
Oscar Javier Salinas
Siempre buscamos sentirnos cómodos y
felices con lo que hacemos. Si conservamos una buena actitud en nuestro sitio
de trabajo, el tedio y la tristeza nunca llegarán a nuestra organización
Qué bueno es llegar a cualquier parte y encontrar
gente vigorosa, alegre, feliz con su trabajo y sobre todo, muy amable y
cordial. Dentro de una organización, es muy importante que el personal siempre
tenga una actitud servicial, alejada de todo tipo de intereses y sobre todo,
con una disposición muy alta a trabajar para conseguir los objetivos que se
persiguen tanto individuales como empresariales.
Desafortunadamente existen muchas causas por las
cuales un empleado no se siente satisfecho en su sitio de trabajo. Algunas
personas optaron por aceptar un puesto solo porque no encontraron algo mejor en
donde pudieran desarrollar la profesión que estudiaron, porque la situación no
les da la posibilidad de cambiar, etc. Así mismo, se nota inconformidad cuando
el ambiente organizacional no es el adecuado, o los compañeros y supervisores
no son del todo agradables.
Lo anterior ocasiona que las personas que se
encuentren en estas situaciones, vean su trabajo como algo malo y no como
debería ser: un beneficio, como algo en lo cual se sientan bien, en donde
puedan desarrollarse integralmente y en donde exista el deseo de realizar
labores correctamente y no de forma mediocre como lo haría un empleado
totalmente aburrido y decepcionado.
Estos estados desagradables indudablemente
repercutirán en el desempeño que presente un empleado. Proyectará su
inconformidad realizando mal su trabajo, comportándose mal con sus compañeros o
jefes y llevando una vida cada vez más triste, monótona y alejada de sus
verdaderos propósitos. Por tal razón, es bueno llevar a cabo ciertos métodos
que mejorarán las condiciones de un empleado decepcionado.
Actitud de éxito El tener una actitud optimista, amable y emprendedora, será de gran ayuda
para el logro de los objetivos empresariales
En primer lugar, siempre es bueno llevarse de la mejor
manera con todas las personas que nos rodean en el sitio de
trabajo. Guardar odios o rencores ocasionará que se genere un ambiente laboral
negativo, que nuestra mente no piense con racionalidad y que nuestro trato no
sea el mejor no sólo con la persona que no nos agrada, sino con todos los
individuos con quienes "convivimos" dentro de la empresa.
Por muy desagradable que nos parezca una persona,
tratemos de descubrir su "lado bueno", sus cualidades, su aspecto más positivo. Muchas veces, de juicios que se toman
apresuradamente, se obtienen conclusiones erróneas que indudablemente afectarán
nuestra forma de pensar y de tratar a la demás gente.
Evitar el aburrimiento y el cansancio en nuestro
trabajo, se consigue teniendo nuestra actitud siempre alegre y positiva
En segundo término, es importante aprovechar al máximo
el tiempo en nuestro sitio de trabajo. Si estamos pendientes cada minuto del
reloj y no vemos la hora de salir ya, posiblemente el tiempo se nos hará eterno
y nuestro grado de aburrimiento y tristeza subirá de manera alarmante.
En vez de estar pendientes de la hora, desarrollemos
nuestra creatividad al máximo y hagamos nuestro mejor esfuerzo. Pensemos en
nuevas ideas o proyectos que puedan ponerse en práctica y que nos beneficien
directamente así como a la empresa. Muy seguramente al finalizar la
jornada laboral, el tiempo se nos habrá pasado muy rápido.
A ninguno de nosotros nos gusta que nos estén
recordando nuestros errores o defectos. El tercer punto nos indica que debemos
aprender a sacar provecho de las observaciones que nos hagan, ya que esto nos
ayuda a conocer en que estamos fallando y mejorar así nuestro desempeño futuro.
Claro está que no faltan aquellos compañeros que en lugar de construir,
destruyen. Sólo buscan la burla y el hacer sentir mal a las personas. Ante esta
situación, lo recomendable es no seguirles el juego y así no les quedará otra
salida que callarse.
Por cuarta y última estrategia está la de mantener la
sencillez y la humildad ante cualquier elogio o cumplido que se le de a un
empleado. Muchos se sienten importantes ante una felicitación por un trabajo
realizado y se creen merecedores de un ascenso o un aumento de sueldo y si no
lo consiguen, generan un mal ambiente en la oficina. Lo recomendable
es seguir haciendo bien el trabajo y muy seguramente la recompensa buscada
llegará en el momento menos pensado.
El tener una actitud optimista, amable y emprendedora,
será de gran ayuda para el logro de los objetivos empresariales. Es
imprescindible siempre dar lo mejor de nosotros y notaremos lo bien que nos
sentimos en nuestro sitio de trabajo y todos los logros que habremos alcanzado.
¡Póngase el Séptimo Sombrero!
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