Sombrero 134
Febrero 2017
Cada tropiezo en la puesta en marcha o consecución de un objetivo no es otra cosa que, confrontar lo que esperas que pase, con la realidad.
Los baños de realidad, ayudan a entender la complejidad de las previsiones. Evidentemente, también te ayudan a ser mas prudente e incluso a rebajar constantemente la expectativas con el fin de que el resultado se acerque lo mas posible a lo que esperas que pase.
Esta es aquella parte en la que debemos conjugar nuestras perspectivas racionales, con lo que realmente va a suceder y por lo tanto deberemos ser capaces de reaccionar. Y estas reacciones pueden ser "calculadamente emocionales". Si, lo he expresado bien.
Tenemos que empatizar con la situación y sus consecuencias para con el equipo.
Debemos tener no tan solo el "plan B", sino que además tener la suficiente capacidad de reacción como para que a toda aquella parte del grupo que contaba fehacientemente que lo que estaba previsto ocurriría, conozcan las dificultades y comprueben que estabas preparado para reaccionar.
Cada obstáculo, retraso o fracaso, no es otra cosa que parte del aprendizaje. Debemos tenerlo en cuenta y preveerlo.
Esta capacidad de reacción, es la que acaba haciendo posible que un proyecto se convierta en una realidad.
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