lunes, diciembre 09, 2013

Cómo sobrellevar la infoxicación en siete actitudes (mas una)

Seguramente estamos entrando en el mes más proclive a la infoxicación.

Voy a explicarme.

La infoxicación describe la sobrecarga informativa. En este mes, además de todo lo que podríamos llamar habitual, se mezclan los mensajes navideños, la “obligación no escrita” de los regalos, el Fin de Año y el final del año, el poner las cuentas al día, los resúmenes de 2013, la (triste y sentida) muerte de Mandela…

…al final son tantas cosas, que cualquier escándalo, opinión fuera de lugar y  conceptos destroyers verbalizados por según que “opinionista” notorio, de los que su único valor es la fama mediática amarilla… o políticamente incorrecta o decepcionante, quedan escondidos ante tanta información.

La toxicidad del exceso de inputs es realmente abrumadora.

Lo que no podemos evitar es lo inevitable: que estamos sumergidos en este mar de noticias, informes y obligaciones, que además se alimentan de luces, colores, músicas y toda clase de complementos sensoriales.

Por lo tanto, lejos de agobiarnos, vamos a ver qué podemos hacer.

Yo os recomiendo una actitud tranquila.

No se trata de evitar estas últimas semanas del año y la primera del siguiente, sino que de lo que se trata es de saberlo llevar.

¡No hay que perder la cabeza por querer estar a la cabeza de todo!”, aconseja Patricia M. Maroñas, licenciada en Psicología y docente de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal (EDDT).

Mi consejo es aplicarse de forma excepcional en varios conceptos actitudinales que nos ayudarán a sobrellevar tamaño alud de ruidos.

·         Ser equilibrado. No alterarse. Pensar que cualquier tema que se plantee puede que sea de vital importancia para uno y no para el otro. Respirar hondo y organizar la respuesta. No actuar airadamente y sin pensar.
·         Adaptarse. Ponerse en contexto. No podemos huir. Debemos ser maleables y tener “cintura” en cualquier momento.
·         Distinguir entre lo importante y lo urgente. Y ponerlo en orden. Hay cuestiones condicionadas por el calendario y otras cuya condición es su urgencia o su importancia. No lo confundamos.
·         Hacer las cosas de una en una. No podemos hacer mas de una cosa a la vez. Es importante empezar una y resolverla. Después pasar a la siguiente.
·         Organizar la agenda. Nuestra principal obligación es controlar el tiempo del que disponemos. Y para ello, debemos disponer la agenda unas semanas por delante. Bloquear los días en los que se deben realizar las cosas sí o sí. Ser suficientemente adaptables para encajar los imprevistos, pero en cualquier caso, hay que manejar una agenda y programarse.
·         Disponer de tiempo libre. Es una mas de nuestras obligaciones importantes. Debemos programarlo y ser respetuosos con esta parte fundamental de nuestro entorno personal y familiar.
·         Si hay algo que no podemos hacer, afrontarlo y posponerlo. No hay nada peor que ignorar algo que debemos cumplir y cerrar los ojos. Es mejor afrontarlo.

Con estas siete reglas, andaremos con paso firme y con buena actitud. Es bueno estar en paz con uno mismo y ser consecuente.

Y una mas: sonreír.  

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