domingo, mayo 26, 2013

Cómo anular a una persona (Ana Cristina Aristazábal Uribe)

No me he resistido a transcribir el artículo de Ana Cristina Aristazábal Uribe, lo considero extraordinariamente ilustrativo sobre qué significa "cortar las alas" a las personas.
La sobreprotección, acaba convirtiendo a quien la "sufre" en una persona de "esfuerzo cero". Os recomiendo su lectura.

El peor daño que se le hace a una persona es darle todo. Quien quiera anular a otro, solo tiene que evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que se enfrente a los problemas (o posibilidades) de cada día, que tenga que resolver dificultades.

Regálele todo: la comida, la diversión y todo lo que pida. Así
le evita usar las potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su creatividad. Quien vive de lo regalado se anula como persona, se vuelve perezosa, anquilosada y como un estanque de agra que por su inactividad pudre el contenido.

Aquellos sistemas que por “amor” o demagogia sistemáticamente le regalan todo a la gente, la vuelven la mas pobre entre las pobres. Es una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los talentos, potencialidades y capacidades con que están dotados casi todos los seres humanos.

Quien ha recibido todo regalado, se transforma en un indigente, porque asume la posición de la víctima que sólo se queja. Cree que los demás tienen obligación de ponerle todo en las manos, y considera una desgracia desarrollarse en un trabajo digno.

Es muy difícil que quien ha recibido todo regalado, algún día quiera convertirse en alguien útil para sí mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables de hacerle vivir bien, y cuando esa “ayuda” no llega, culpa a los demás de su “desgracia” (no por anularlo como persona, sino por no volverle a dar). Solo los sistemas más despóticos impiden que los seres humanos desarrollen toda su potencialidad para vivir. Creen estar haciendo bien, pero en definitiva están empleando un arma para anular las personas. (No quiere devir que la caridad de una ayuda temporal no sea necesaria en momentos especiales).

1 comentario:

Mercedes dijo...

Me recuerda a aquel hombre que compadecido ante el esfuerzo de una mariposa recien salida de su crisalida y creyendo ayudarla, intentó desplegarle las alas, la pobre mariposa no pudo volar y murió. El esfuerzo que ha de hacer la mariposa por desplegar sus alas es lo que hace posible su vuelo y su vida como mariposa.