El
remordimiento de compra es el sentimiento de duda del cliente una vez ha
aceptado el compromiso de comprar.
Este
remordimiento solo puede “tratarse”, con la intervención personal. Aportando al
cliente la certeza y la seguridad de que tiene a alguien (una persona) a quien
dirigirse y que le da seguridad en su compra.
La
cultura empresarial, ha sido muy cambiante con respecto al marketing
relacional. Lo que si han constatado los expertos es que la relación personal
entre el cliente y el vendedor ha dado siempre unos resultados excelentes. Las relaciones
humanas no pueden ser sustituidas por mensajes automatizados en los que no
interviene la relación personalizada.
El capital relacional de una marca, una empresa o un profesional tendrá siempre “buen
pulso” en tanto funcione el servicio post venta, y el cliente no se sienta maltratado
por sistemas automatizados de listas de FAQ (Frequently Asket Questions) en las
que es difícil identificar sus dudas, y donde las respuestas son standard, sin
alma.
Las
empresas ya le dan tanta importancia a este asunto, que ante la necesidad de
afrontar los retos de las redes sociales y el marketing online, están
elaborando sofisticados planes de CRM (Customer Relationship Management), para
humanizar al máximo las relaciones a distancia.
Se
trata de conseguir que no se pierda “el alma” en las relaciones derivadas de
una venta, informándose al máximo de lo que su cliente quiere y aspira, de
forma personalizada. Con ello se “construye” la estrategia de negocios basada
en el cliente final.
No tan solo se trata de cerrar ventas sino de “hacer clientes”. Personas
que se fidelizan con los productos o servicios de una marca, una empresa o un
profesional, que utiliza el resorte de la relación personal para reforzar la
confianza del cliente y por lo tanto ayudarlo a superar los remordimientos de
compra.
Anotar el teléfono
móvil en tu tarjeta, mientras se la das al cliente diciéndole “si hay algún
problema, no dude en llamarme a cualquier hora”.
Recordarle que ha
hecho una buena compra, enunciándole cuáles son las ventajas.
Agradecerle por email
la reunión, recordándole que está a su disposición.
Llamarle para
avisarle de cuando lo recibirá o hacerlo cuando ya lo ha recibido.
…
Cualquier
fórmula que acerque al cliente y al vendedor, una vez se ha cerrado una compra, es el mejor remedio para tratar el remordimiento.
Publicado en Business in Bajío
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