Julio 2011
Hablar de Actitudes Mentales Positivas, cuando el entorno es difícil y en una grave situación de colapso colectivo, es difícil. Somos protagonistas de una crisis a la que se aplican remedios de Manual, y no nuevas maneras de entender y de enfocar el asunto, y eso, no va a solucionar –al menos es lo que creo- casi nada.
La sociedad ha moldeado una manera de pensar y una forma de actuar, que conlleva que “papá-estado” nos resuelva el problema. Lejos queda la iniciativa, la manera de plantearse las cosas de modo que nos recuerde la ya famosa afirmación de presidente Kennedy “no os preguntéis lo que el país puede hacer por vosotros, sino lo que vosotros podéis hacer por el país”.
Reforzar la ayuda a los emprendedores, también conlleva ayudarles a que vuelvan a levantarse si se caen.
Los Grandes Partidos, no deberían tan solo de “llenarse la boca” con grandes promesas de hacer fácil que un emprendedor pueda llevar a cabo su idea y convertirla en un negocio, en el que sabe que va a tener riesgos pero que podrá mejorar su calidad de vida y probablemente crear nuevos puestos de trabajo. También deberían ayudar al emprendedor a volverse a levantar y a ayudarle a aprender de sus errores.
La gran escuela: aprender de los errores.
No hay duda que eso solo se consigue con Buenas Actitudes. Pero el entorno no ayuda.
Este es el gran reto: vestirse de “buenas actitudes” cada mañana, con las que afrontar un difícil entorno, en el que se está reinventando la vida personal, económica y social tal como la conocemos. Es imprescindible reencontrar un camino en el que nos sintamos cómodos, y eso conlleva un gran esfuerzo por parte de todos.
Y ya no valen las promesas, sólo valen las actitudes: las de afrontar las cosas y empezar a andar un camino sabiendo adónde vamos. Y esto empieza en nosotros mismos. Nadie nos va a solucionar nuestro entorno, si no somos capaces de afrontarlo con valentía y pensando en cómo debemos prosperar, o mejor dicho, cómo queremos que sea nuestro futuro en nuestro entorno inmediato.
Los que gobiernan nuestras Instituciones tienen una ardua labor, de aprender de todo lo que se ha hecho mal, y la de volver a consensuar un entorno que entendamos todos como nuestro, y no poner parches y que todo siga igual.
Pero primero nosotros. Hay siempre gente dispuesta a ayudar. Y no estamos hablando de dinero, estamos hablando de todo lo demás. Personas preparadas y que han cometido errores y han aprendido de ellos, Personas que han tenido o tienen responsabilidades, absolutamente dispuestas a ayudar a los emprendedores, con el fin de que puedan desarrollar sus capacidades y afrontar nuevos proyectos y en muchos casos nuevas empresas.
Es el momento de seguir recordando que iniciativas como “Enpren-t@” de la JCI de Igualada que en un año y medio, ha asesorado a 32 emprendedores, se han creado 4 empresas, que 12 han están mejorando con esta iniciativa sus propias empresas y 16 empresas en fase de creación.
Todos estos emprendedores, han empezado con la ilusión de un nuevo reto, han pedido ayuda y se han curtido frente al desánimo con su experiencia y la ayuda de mentores dispuestos a todo para que no desfallezcan.
Esta claro pero, que lo primero es su actitud.
Hay esperanza.
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