Consejo 26
febrero 2008
febrero 2008
Los siguientes consejos, forman parte del capítulo 10 del curso que he impartido en la JCI. Vais a recibirlo en dos entregas: consejo el 26 y el 27. Que lo disfruteis.
PREPARAR LA VOLUNTAD PARA LA ACCIÓN
Del seminario: El arte y las técnicas de dirección. Francesc Puertas
El paso más importante para realizar trabajo en equipo, consiste en la voluntad de actuar.
Hay aptitudes que nos ayudarán a ser más organizados y por lo tanto estar preparados para conseguir nuestros objetivos.
1. TRABAJAR CON LA GENTE
Toda nuestra vida está construida a base de una larga experiencia de relación con la gente. Todo lo que hemos hecho y haremos en un futuro, depende en cierta medida de los demás. Nuestro esfuerzo ha de ser la de convertir cada relación, cada nuevo contacto en una nueva oportunidad de conocer un posible colaborador.
Parece infame decir que se tiene la intención de utilizar cada nueva relación en beneficio propio. ¿Pero lo es también pensar que pueda ser recíproco?.
Un ejemplo claro es una operación de compraventa. El vendedor saca provecho de esa venta mediante una comisión, y el comprador consigue el producto o el servicio que desea.
Toda nuestra vida está llena de personas que se interrelacionan con nosotros.
Aquellos que aprovechen sus relaciones, conseguirán el éxito.
Antes de empezar a actuar para crear una relación positiva con los demás, se ha de determinar por qué y para qué.
Si se trata a las personas con la amistad porque así se convierten en cooperativos y os ayudan a obtener vuestros objetivos, no llegareis demasiado lejos. Seréis considerado un impostor.
Se obtiene la habilidad para trabajar con la gente, cuando se desarrolla una verdadera comprensión, compasión, confianza e inquietudes en relación con los demás. Un escenario donde tiene que haber confianza mutua y comprensión, permitirá a ambas partes salir ganando con su relación.
2. HACER SENTIR IMPORTANTE AL INTERLOCUTOR
Todo el mundo necesita sentirse importante.
Aquel que domina la habilidad de hacer sentir importantes a los demás, tiene una gran ventaja para abrir las vías de comunicación con la gente.
Recordáis la última vez que estrenasteis ropa, o bien os habías cambiado el look y os sentíais contentos y entusiastas?. Cuando alguien os decía “hoy estás contento”, os sentíais energéticos y poderosos. La persona que os hacía un cumplido os podía pedir no importaba qué en ese momento, se lo habríais dado. Si podéis aplicaros el hábito de empezar cada conversación con un cumplido, habréis creado la atmósfera adecuada para hablar. No se ha de confundir está técnica con la adulación gratuita.
3. INTERESARSE POR LOS PROBLEMAS DE LOS DEMÁS
Cuando una persona tiene un problema, para él/ella no hay nada más importante que eso.
Si os interesáis con el/ella de su problema, habréis abierto las vías de comunicación.
Si alguien decide confiar en vosotros, tendréis al mismo tiempo una cierta responsabilidad con esa persona y su problema. En el momento en el que decide compartirlo con vosotros os está anunciando: “confío en ti, quiero que seas la persona que me va a ayudar”.
En ese instante se convierte en vuestra responsabilidad ser fiel a esta confianza. Escuchad el problema como si no hubiera nada mas importante, ya que para vuestro interlocutor, realmente lo es.
¡Póngase el Séptimo Sombrero!
PREPARAR LA VOLUNTAD PARA LA ACCIÓN
Del seminario: El arte y las técnicas de dirección. Francesc Puertas
El paso más importante para realizar trabajo en equipo, consiste en la voluntad de actuar.
Hay aptitudes que nos ayudarán a ser más organizados y por lo tanto estar preparados para conseguir nuestros objetivos.
1. TRABAJAR CON LA GENTE
Toda nuestra vida está construida a base de una larga experiencia de relación con la gente. Todo lo que hemos hecho y haremos en un futuro, depende en cierta medida de los demás. Nuestro esfuerzo ha de ser la de convertir cada relación, cada nuevo contacto en una nueva oportunidad de conocer un posible colaborador.
Parece infame decir que se tiene la intención de utilizar cada nueva relación en beneficio propio. ¿Pero lo es también pensar que pueda ser recíproco?.
Un ejemplo claro es una operación de compraventa. El vendedor saca provecho de esa venta mediante una comisión, y el comprador consigue el producto o el servicio que desea.
Toda nuestra vida está llena de personas que se interrelacionan con nosotros.
Aquellos que aprovechen sus relaciones, conseguirán el éxito.
Antes de empezar a actuar para crear una relación positiva con los demás, se ha de determinar por qué y para qué.
Si se trata a las personas con la amistad porque así se convierten en cooperativos y os ayudan a obtener vuestros objetivos, no llegareis demasiado lejos. Seréis considerado un impostor.
Se obtiene la habilidad para trabajar con la gente, cuando se desarrolla una verdadera comprensión, compasión, confianza e inquietudes en relación con los demás. Un escenario donde tiene que haber confianza mutua y comprensión, permitirá a ambas partes salir ganando con su relación.
2. HACER SENTIR IMPORTANTE AL INTERLOCUTOR
Todo el mundo necesita sentirse importante.
Aquel que domina la habilidad de hacer sentir importantes a los demás, tiene una gran ventaja para abrir las vías de comunicación con la gente.
Recordáis la última vez que estrenasteis ropa, o bien os habías cambiado el look y os sentíais contentos y entusiastas?. Cuando alguien os decía “hoy estás contento”, os sentíais energéticos y poderosos. La persona que os hacía un cumplido os podía pedir no importaba qué en ese momento, se lo habríais dado. Si podéis aplicaros el hábito de empezar cada conversación con un cumplido, habréis creado la atmósfera adecuada para hablar. No se ha de confundir está técnica con la adulación gratuita.
3. INTERESARSE POR LOS PROBLEMAS DE LOS DEMÁS
Cuando una persona tiene un problema, para él/ella no hay nada más importante que eso.
Si os interesáis con el/ella de su problema, habréis abierto las vías de comunicación.
Si alguien decide confiar en vosotros, tendréis al mismo tiempo una cierta responsabilidad con esa persona y su problema. En el momento en el que decide compartirlo con vosotros os está anunciando: “confío en ti, quiero que seas la persona que me va a ayudar”.
En ese instante se convierte en vuestra responsabilidad ser fiel a esta confianza. Escuchad el problema como si no hubiera nada mas importante, ya que para vuestro interlocutor, realmente lo es.
¡Póngase el Séptimo Sombrero!
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