Enero 2014
Ya hemos llegado al “sombrero 97”. Son 8 años y un mes de pequeños relatos a modo de “consejo” directo a que nuestras actitudes las controlemos y hagamos de ellas nuestras aliadas.
En estos mas de ocho años, he contado con la mejor de las compañías y que ha sido y siguen siendo aquellos que seguís el blog y a aquellos que habeis sido mis alumnos, de este seminario sin pretensiones que es el “Séptimo Sombrero”. Ese sombrero sin colores, que está hecho de la materia con la que se hacen las voluntades. Sin pinturas. Sin adornos.
La voluntad de seguir mejorando. La necesidad de aprender. Las ganas de convertir cualquier cosa que nos ocurra, sea buena o sea mala, en parte de nuestro bagaje y componente necesario en la mochila de lo aprendido, nos ayuda a crecer y estar en el camino de la Excelencia.
La Excelencia: ese destino inalcanzable que nos obliga a se mejores, nos ayuda a organizar nuestro camino, y convierte nuestras acciones y actitudes en herramientas para tenerlo encarrilado.
8 años y un mes de grandes ayudas, de personas que desde sus reflexiones, estudios y experiencias, han nutrido estos “97 sombreros” de inestimables colaboraciones y sabiduría.
Les quiero dar las gracias a todos sin dejarme a nadie.
Y sin olvidarme de los que me escriben por email cada vez que descubren un nuevo post en el blog, a aquellos que me llaman por teléfono y que me explican qué les ha parecido, a aquellos que añaden comentarios… y sin dejarme a nadie, a aquellos que despierta su interés saber con qué nuevo post sorprenderé el mes siguiente.
Que no les suene a nadie a despedida. Es un agradecimiento real y sincero que culminará en la edición del libro que será el compendio de los 100 sombreros y posts que han labrado el camino de “El Séptimo Sombrero”.
De momento, este post, es para ser agradecido y trasladarles mis mejores deseos de prosperidad para el año 2014.
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